Fantasmas en Buenos Aires
Carlos Gardel, el símbolo indiscutido de la cultura del tango y uno de los grandes mitos de la historia de Argentina, sigue siendo una leyenda que va más allá de su música y su vida. Su voz ha trascendido el tiempo, y como toda gran leyenda, su presencia parece seguir viva en el alma de Buenos Aires.
Fantasmas Famosos en Buenos Aires
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, el mercado del Abasto, guarda no solo su historia sino también un misterio. Situado en la calle Corrientes, este antiguo mercado, ahora convertido en un centro comercial, fue lugar de trabajo de Carlos Gardel. Tras su muerte, muchos aseguran haber visto su fantasma paseando por el lugar, y hasta se han registrado extrañas presencias en las cámaras de seguridad del mercado.
Muy cerca de allí, en la línea A del metro de Buenos Aires, la más antigua y pintoresca, se cuenta con una historia fantasmagórica. Entre las estaciones Pasco y Alberti, los pasajeros han notado cómo las luces del vagón pierden intensidad, y al mirar hacia el exterior, se observa un extraño hueco en lo que parecía ser una estación inacabada. Es en esa estación "fantasma" donde se cree que dos obreros, que murieron durante la construcción de los túneles a principios del siglo XX, siguen apareciendo.
En el parque Lezica, cerca de la Avenida Rivadavia, se dice que se aparece el fantasma de una planchadora, que porta una plancha en una mano y su cabeza en la otra. La historia cuenta que la mujer fue decapitada por su novio, y su espíritu sigue rondando esa zona.
Un fantasma muy conocido de Buenos Aires es el de Clementina, que habita la Torre Fantasma en el popular barrio de La Boca. Clementina vivía en esa torre junto a tres duendes, y su presencia sigue siendo reportada por los habitantes y turistas que pasan por allí, quienes afirman que ella aún recorre las calles cercanas a la torre.
La Torre Fantasma
La Torre Fantasma, ubicada en La Boca, sigue siendo un lugar enigmático asociado a la leyenda de Clementina y sus duendes. La historia de esta mujer y su vínculo con lo sobrenatural perdura en las leyendas populares, y muchos aseguran que su fantasma sigue presente en la torre hasta el día de hoy.
Leyendas Tradicionales Bonaerenses
Además de las historias de fantasmas, las leyendas tradicionales también forman parte de la cultura bonaerense. Los indios Quilmes creían en un "pozo sin fondo", conocido como Guruc, donde caían las almas perdidas. Con el tiempo, la palabra "guruc" se transformó en "gruta", un lugar donde las almas quedaban atrapadas en una agonía eterna. Esta creencia ha sido asociada con los túneles subterráneos de la ciudad, a los que se les da un aire místico y sombrío.
Una leyenda particularmente macabra habla de un hombre llamado Alves, quien trabajó para Juan Manuel de Rosas en el siglo XIX. Alves decapitó a una persona y, al intentar deshacerse del cadáver, lo arrojó en un pozo del que emanaban gritos agónicos. Se dice que no pudo escuchar el golpe del cuerpo al caer al fondo, lo que solo aumentó la oscuridad del lugar. Además, debajo del Banco de la Nación Argentina existía un terreno conocido como el "pozo de las ánimas", que alguna vez fue un cementerio.
El Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco
Otra de las historias más conocidas de fantasmas en Buenos Aires está relacionada con el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco. Este museo se encuentra sobre el terreno donde antiguamente operaba una compañía traficante de esclavos. Desde entonces, varios visitantes han reportado encuentros con una extraña presencia, la imagen de una mujer alta y blanca, rodeada por una espesa niebla, que parece rondar el lugar.

Leido 1755 veces