INTRODUCCIÓN

Cuentan que, durante el viaje que hizo Magallanes a América del Sur en 1520, se encontró con una extraña raza de hombres de elevada estatura, de aproximadamente 3 metros.

HISTORIA

Antonio Pigafetta, quien navegó con Magallanes en aquella travesía, relató haber visto a unos hombres de alrededor de 2,70 metros en América del Sur. Magallanes los denominó “Patagones” debido a sus grandes pies, y de ahí proviene el nombre de Patagonia, que identifica la región sur de Argentina y Chile.

Pigafetta escribió:

«Vimos cerca de la playa (en la Tierra del Fuego) un hombre que era tan grande, que nuestra cabeza llegaba apenas a su cintura. De hermosa talla, su cara era ancha y teñida de rojo. Las mujeres no son tan grandes como los hombres, pero, en compensación, son más gordas. Sus tetas colgantes tienen más de un pie de longitud… Nos parecieron bastante feas; sin embargo, sus maridos se mostraban muy celosos».

Otros viajeros también mencionaron la existencia de estos “gigantes”. Francis Fletcher, capellán del barco de Sir Francis Drake, los describió en sus manuscritos. Anthonie Knivet afirmó haber visto cadáveres en Sudamérica de más de 3,5 metros.

En 1766, The Dolphin, una nave capitaneada por John Byron (abuelo del poeta Lord Byron), llegó a Londres. La tripulación habló de una tribu de personas que medían cerca de 3 metros de altura. Esta noticia.

EXPLICACIÓN

Enrique Ruiz Güiñazú, gran historiador del Estrecho, advierte sobre la fantasía de Pigafetta. Según él, Pigafetta era sumamente imaginativo y exageraba considerablemente. De hecho, el historiador menciona que hablaba de mujeres que quedaban embarazadas por el viento, de pájaros que transportaban búfalos y elefantes, y otras maravillas imaginarias.

Si a la exageración e imaginación de los marineros de la época unimos su falta de pulcritud en cuanto a realizar mediciones rigurosas, obtenemos que los datos que dan no son nada fiables.

Posteriormente, en la expedición de Malaespina, se midieron a esos nativos patagones por el médico de la expedición, dando como resultado de esta medición que su estatura era en torno al un metro noventa.

Si tenemos en cuenta que la media de estatura de un europeo en 1700 era de entre un metro sesenta y dos y un metro sesenta y ocho, es lógico pensar que esos marineros vieran a los patagones como “gigantes”. Si también le añadimos que seguramente vieron huellas de pisadas enormes en la nieve, motivada por las raquetas que utilizaban para no hundirse en ella, todo forma un “coctel” que deja riendas sueltas a la imaginación.

Y con todo esto obtenemos la leyenda de los gigantes de la Patagonia.