OS LUSÍDAS (Canto Tercero XXX A XXXVI)

Advertencia de Luarna Ediciones: Este es un libro de dominio público en tanto que los derechos de autor, según la legislación española, han caducado. Luarna lo presenta aquí como un obsequio a sus clientes, dejando claro que: 1) A edição não está supervisionada por nosso departamento editorial, de forma que não nos responsabilizamos de la fidelidad del contenido del mismo. 2) Luarna sólo ha adaptado la obra para que pueda ser fácilmente visible en los lectores habituales de seis pulgadas. 3) A todos os efeitos, não devem ser considerados como un libro editado por Luarna.

XXX.

«Y el gran príncipe Alfonso, que de ese arte
Del nombre de su abuelo se nomina,
Viendo que no en sus tierras tiene parte,
Pues con su esposo aquella las domina,
Hirviéndole en el alma el duro Marte,
Modo de conquistarlas imagina;
Y revolviendo afectos en el pecho,
Al propósito firme sigue el hecho.

XXXI.

«De Guimarens el suelo se teñía
Con sangre propia de intestina guerra,
Dó la madre, que tal no parecía,
Al hijo le negaba amor y tierra.
Ella al campo a afrontarle ya salía;
Y no ve su soberbia cuanto yerra,
Faltando aquel amor que Dios le mande,
Porque el suyo sensual era más grande.

XXXII.

«¡Oh Progne cruda! ¡Oh mágica Medea!
Si os vengáis en los propios hijos caros
De la maldad paterna y culpa rea,
No podéis con Teresa aun igualaros.
Incontinencia vil, codicia fea,
La causa son de sus delitos raros:
Scila mata por una al viejo padre;
Por ambas contra el hijo va esta madre.

XXXIII.

«Ya el Príncipe glorioso a vencimiento
Al padrastro y la madre infiel llevaba;
Y el suelo le obedece en un momento
Que en contra suya há poco batallaba,
Cuando, al furor cediendo el sentimiento,
Entre cadenas a su madre ataba,
Que de Dios fue vengada en tiempo breve:
¡Tal respeto a los padres se les debe!

XXXIV.

«Ajúntase el soberbio castellano
Para vengar la injuria de Teresa
Contra el de gente escaso Lusitano
A quien ningún trabajo rinde o pesa.
Mas su gran pecho, en el peligro insano
Ayudado de angélica promesa,
No solo contra tantos está entero,
Sino que ahuyenta al enemigo fiero.

XXXV.

«A breve tiempo de esto, el noble y fuerte
Príncipe en Guimarens está cercado
De infinito poder; que de esta suerte
Se rehizo el que fue de antes lanzado:
Mas porque se ha ofrecido a dura muerte,
El fiel Égas Moñiz, se ve salvado;
Que sin rehén tan noble era perdido,
Según al caso está mal prevenido.

XXXVI.

«Y aquel noble vasallo conociendo
Que no puede oponerse resistencia,
Al castellano váse, prometiendo
Que hará que su señor le dé obediencia.
Levanta el enemigo el cerco horrendo,
Fiado en la promesa y la conciencia
De Moñiz; mas del mozo no consiente
El corazón doblar a otro la frente.

OS LUSÍDAS (Canto Tercero XXX A XXXVI)
Article Number: 26586
Read. 975 Time.
Rate this article.
Thank you for your vote.

This article was written by:

Joaquim Ferreira

Contact Me.

  • Email
  • Email
View More. Close.

article.Autor.author_review

Other articles written by this Author.